Una auditoría interna basada en la Norma ISO 9001 de calidad, es un método de verificación para proporcionar información acerca de si el sistema de gestión de la calidad es conforme con los requisitos propios de la organización para su Sistema de Gestión de la calidad y con los requisitos de la propia norma ISO 9001, y en qué grado se implementa y mantiene de una forma eficaz.
Las normas ISO definen la auditoría de calidad como “un proceso sistemático, independiente y documentado para obtener evidencias de la auditoría (registros, declaraciones de hechos o cualquier otra información) y evaluarlas de manera objetiva con el fin de determinar la extensión en que se cumplen los criterios de auditoría (conjunto de políticas, procedimientos o requisitos utilizados como referencia)”. Se trata, por lo tanto, de un análisis profundo y metódico que se realiza para determinar si la operación de los procesos satisface las disposiciones establecidas, y es adecuada para alcanzar los objetivos propuestos por la organización.
Las auditorías internas deben planificarse, y tener en consideración la importancia de los procesos involucrados, los cambios que afecten a la organización y los resultados de auditorías previas. Deben definirse los criterios y el alcance para cada auditoría.
Las auditorías internas deben realizarlas personas con la cualificación y experiencia adecuadas, y debe asegurarse la objetividad y la imparcialidad durante el proceso. Por este motivo, lo más habitual es que las auditorías internas las realicen personas ajenas a la organización, subcontratadas al efecto.
Debe informarse a la dirección pertinente de los resultados de las auditorías internas y, ante los hallazgos de una auditoría interna, la organización debe realizar las correcciones y/o tomar las acciones correctivas adecuadas sin demora injustificada.