Certificación GDP

Se denomina así por las siglas en inglés de Good Distribution Practice, Buenas Prácticas de Distribución o Prácticas Correctas de Distribución (PCD). Se trata de una directiva europea, obligatoria para todos los operadores relacionados con la cadena de suministros de productos farmacéuticos, que establece los requisitos y directrices para garantizar la seguridad y la calidad de la distribución de medicamentos para uso humano dentro de la Unión Europea.

¿En qué consiste la normativa GDP?

Estas directrices gdp fueron publicadas en 2013 por la Comisión Europea teniendo en cuenta los avances en las prácticas para un almacenamiento y una distribución adecuados de los medicamentos y su objetivo es proporcionar herramientas adecuadas para ayudar a los distribuidores a realizar sus actividades y para evitar la entrada de medicamentos falsificados en la cadena de suministro legal. El cumplimiento de estas directrices garantizará el control de la cadena de distribución y, por consiguiente, mantendrá la calidad y la integridad de los medicamentos.

Certificado GDP buenas prácticas medicamentos

Beneficios del certificado GDP

La implementación de las directrices GDP aportan beneficios a la organización:

  • Disminución del riesgo de sanciones por incumplimiento. Las infracciones serán sancionadas con multas que pueden ir desde los 6.000€ hasta más de 1.000.000€ según su gravedad.
  • Garantizar una adecuada gestión de los productos farmacéuticos, aumentando la fiabilidad.
  • Garantizar el funcionamiento y uso adecuado de los equipos de almacenamiento y distribución mediante la monitorización de los equipos de temperaturas.
  • Garantizar el control y la seguridad durante toda la cadena de suministro.
  • Mejora de la imagen de marca, aumentando el grado de confianza de los clientes.
  • Evidencia del compromiso con las buenas prácticas de distribución.
  • Reducción de pérdidas y daños.
  • Facilidad de integración con otros esquemas, en especial, con la ISO 9001.
¿Necesitas un Certificado GDP?
Te ayudamos a obtener el Certificado GDP para tu empresa

Fases para obtener el certificado GDP

La implantación de un Sistema basado en las Directrices GDP implica llevar a cabo varias etapas que a su vez pueden desglosarse en actividades. Para garantizar una máxima eficacia es fundamental realizar una buena planificación de la implantación.

Diagnóstico previo y compromiso de la dirección

Sirve como punto de partida para analizar en qué medida la metodología de trabajo se ajusta a los requisitos de las directrices y establecer un plan de trabajo. En esta fase se extraerán propuestas de mejora y puntos débiles de la organización, en su caso, y se asignarán responsabilidades y recursos necesarios para garantizar el éxito en la implantación.

Organización del proyecto y designación de responsable

Como hemos mencionado anteriormente, la planificación resulta fundamental para garantizar el éxito de la implantación. Es este punto se planificarán los plazos de implantación y la carga de trabajo.

Es requisito de las directrices que la organización designe a una persona como responsable, que tendrá que poseer las cualificaciones y cumplir las condiciones establecidas por la legislación vigente. Esta persona responsable debe cumplir con sus funciones y responsabilidades y debe tener autoridad, de manera que se garantice el cumplimiento de las buenas prácticas de distribución.

Información y formación al personal

Para una implantación exitosa y un funcionamiento correcto es imprescindible la colaboración de todo el personal de la organización.  Además, el personal debe ser el adecuado y debe ser competente y sus funciones y responsabilidades deben estar claramente definidas. Asimismo, es fundamental que todo el personal que participe en actividades de distribución tenga formación sobre los requisitos de las buenas prácticas de distribución. Esta formación debe realizarse de forma contínua.

Documentación del sistema

Las Directrices 2013/C 343/01 tienen estructurados sus requisitos en los siguientes capítulos:

  1. Gestión de la Calidad
  2. Personal
  3. Locales y equipos
  4. Documentación
  5. Operaciones
  6. Reclamaciones, devoluciones, sospechas de medicamentos falsificados y retirada de medicamentos
  7. Actividades subcontratadas
  8. Autoinspecciones
  9. Transporte
  10. Disposiciones especificas para los intermediarios
  11. Disposiciones finales

Estos capítulos recogen los requisitos que deben cumplir los distribuidores y su cumplimiento debe evidenciarse mediante procedimientos, instrucciones, contratos, registros y datos, ya sea en formato papel o formato electrónico, en los que se plasmará la metodología operativa de la organización. En cualquier caso, la información debe estar disponible y debe ser fácilmente recuperable.

Por ejemplo, debemos controlar o supervisar que los equipos utilizados en el almacenamiento y distribución son calibrados según una periodicidad definida, basándonos en una evaluación de riesgo; también deben registrarse las operaciones de reparación, mantenimiento y calibración de equipos clave; debe realizarse una cualificación y aprobación adecuada de los proveedores; realizar formación de forma periódica; realizar operaciones de limpieza y desinfección; deben registrarse las reclamaciones, etc.

Los documentos tendrán que conservarse el tiempo que establezca la legislación nacional y, en cualquier caso, cinco años como mínimo.

Implantación operativa

Esta etapa es la más compleja de todo el proceso y la que ocupa más tiempo. Consiste en realizar las tareas y las actividades tal y como establecen las directrices y nuestros procedimientos o instrucciones.

Durante el proceso, tendremos que realizar seguimientos para asegurarnos de que realmente se siguen las instrucciones dadas, en caso contrario, tendremos que detectar por qué y actuar en consecuencia, realizando las correcciones necesarias en la documentación pertinente.

Autoinspecciones

Una vez que el sistema está implantado se realiza una comprobación completa del funcionamiento de éste y de la aplicación y el cumplimiento de los principios de las directrices GDP.

Las autoinspecciones tienen que programarse con un calendario definido y su alcance debe abarcar todos los aspectos de las buenas prácticas de distribución, así como el cumplimiento de las directrices y los procedimientos; aunque pueden dividirse en varias autoinspecciones individuales con alcances limitados.

Las autoinspecciones deben realizarse de manera imparcial por personal competente y formado de la empresa, designado para ello. También pueden realizarse auditorías realizadas por expertos externos, lo que resulta óptimo para la detección de desviaciones o mejoras, aunque no pueden, en ningún caso, reemplazar las autoinspecciones realizadas por la propia organización.

Los resultados tienen que plasmarse en un informe, que posteriormente será comunicado a dirección, en el que deben figurar todas las desviaciones detectadas. Estas desviaciones o deficiencias tienen que ser analizadas y deben determinarse sus causas y establecerse las medidas correctivas y preventivas correspondientes.

Certificación

Una vez que hemos finalizado la implantación de las Directrices GDP, el siguiente paso para obtener el certificado correspondiente es iniciar el proceso de certificación. Lo podemos desglosar en varias fases que gestionaremos con la entidad acreditada elegida:

  • Se decidirá con qué entidad acreditada queremos certificar el sistema y se solicitará presupuesto.
  • Auditoría inicial. La auditoría consiste en comprobar el cumplimiento de los requisitos de la norma de referencia. Se realiza en dos fases. A la finalización de cada una de las fases de auditoría la entidad certificadora emitirá un informe de auditoría en el que se detallarán, en su caso, los hallazgos o desviaciones encontradas, las recomendaciones de mejora, y la decisión del equipo auditor respecto a la certificación.
  • Tratamiento de desviaciones. Para que la entidad emita el certificado correspondiente es necesario tratar los comentarios en los plazos acordados, ya que, en caso contrario se podría llegar a cancelar el proceso de certificación.
  • Emisión y mantenimiento de certificados. La entidad certificadora revisará los informes de auditoría, acciones correctoras y cualquier otra información relevante y tomará la decisión en cuanto a la emisión del certificado, según corresponda. El certificado será válido, normalmente, por un período de tres años desde la fecha en la que la entidad certificadora decide su emisión. El mantenimiento de la validez de un certificado queda sometido al cumplimento de los requisitos de certificación y, generalmente, se realiza una vez al año.

Te garantizamos un servicio a medida para tu empresa
Estudiamos a conciencia las necesidades de tu negocio y te ofrecemos soluciones totalmente personalizadas

Solicita asesoría