¿Qué es y para qué sirve la norma ISO 39001?

La norma ISO 39001 es una norma certificable que recoge los estándares para desarrollar un Sistema de Gestión de la Seguridad Vial, en inglés, Road Traffic Safety (RTS).

¿Para qué sirve y cómo funciona?

Esta norma internacional suministra una herramienta fundamental que permite ayudar a las organizaciones a reducir la incidencia y el riesgo de muertes y heridas graves derivadas de los accidentes de tráfico.

¿A quién va dirigida?

La norma ISO 39001 es aplicable a todas las organizaciones, independientemente del tamaño, sector, ámbito o actividad, siempre y cuando pretendan mejorar el desempeño en materia de seguridad vial, establecer, implementar, mantener y mejorar un sistema de seguridad de la Seguridad Vial (SGSV) y mostrar su conformidad con esta norma internacional.

Certificado ISO 39001 Seguridad Vial

¿Qué beneficios tiene la norma ISO 39001?

La implantación de un Sistema de Gestión de la Seguridad Vial (SGSV) permite a las organizaciones impulsar la seguridad en la movilidad, mejorando las buenas prácticas al volante minimizando el riesgo de accidentes de tráfico. Algunas de las ventajas que supone la implantación de un SGSV son:

  • Aumento de las buenas prácticas de conducción.
  • Minimización del riesgo de accidentes.
  • Reducción de costes y daños por accidente.
  • Reducción del absentismo laboral.
  • Aumento de la concienciación de la organización.
  • Cumplimiento de la legislación en materia de circulación vial.
  • Refuerzo de la imagen de marca.
  • Facilidad de integración con otros esquemas ISO con estructura de alto nivel, como ISO 9001, ISO 14001 o ISO 45001.
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Cómo implantar y certificar una empresa en ISO 39001

La implantación de un Sistema de Gestión de Seguridad Vial (SGSV) implica llevar a cabo varias etapas que a su vez pueden desglosarse en actividades. Para garantizar una máxima eficacia es fundamental realizar una buena planificación de la implantación.

Diagnóstico previo

Sirve como punto de partida para analizar en qué medida la gestión cotidiana se ajusta a los requisitos de la norma de referencia y establecer un plan de trabajo. En esta fase se realizará una revisión de la gestión de la seguridad vial actual y su comparación con la norma de referencia. Se extraerán propuestas de mejora y puntos débiles de la organización, en su caso, y se asignarán responsabilidades y recursos necesarios para la implantación.

Durante la implantación debe estar presente el compromiso claro de la dirección, ya que será necesaria su participación para el establecimiento de ciertos procesos (establecimiento de objetivos, definición de la política de seguridad y salud y asignación y/o reasignación de recursos, en su caso.)

Organización del proyecto

Como hemos mencionado anteriormente, la planificación resulta fundamental para garantizar el éxito de la implantación. Es este punto se planificarán los plazos de implantación y la carga de trabajo. Es recomendable, la designación de un responsable del SGSV ya que facilitará mucho el proceso. Dicho responsable tendría que contar con ciertas características:

  • Capacidad de liderazgo y cierta autoridad dentro de la organización.
  • Capacidad de comunicación y motivación del personal.
  • Buen conocimiento de la organización (estructura, forma de trabajo, actividad productiva).
  • Disponibilidad de tiempo y dedicación para la búsqueda de información, recopilación de datos y elaboración de documentación, en coordinación con el consultor.

El responsable del SGSV trabajará mano a mano con el consultor asociado al proyecto.

Información y formación al personal

Para una implantación exitosa es imprescindible la colaboración de todo el personal de la organización.  Durante esta fase habría que informar y formar a todos los integrantes de la organización mediante reuniones y jornadas de sensibilización conjuntas entre dirección, el equipo consultor y el personal, por ejemplo, en uso de equipos personales de seguridad, planificación segura de viajes, velocidad segura, seguridad de los vehículos, etc. La información facilitada tiene que ser clara, sencilla y adecuada a cada puesto de trabajo.

Documentación del sistema

La documentación requerida para la implantación de un SGSV es reducida y sencilla en comparación con otras normativas ISO. Consiste en plasmar en una serie de documentos (que denominaremos procedimientos o instrucciones), la metodología de trabajo para abordar los requisitos de la norma de referencia.

Los requisitos de esta norma incluyen el desarrollo y la aplicación de una política de seguridad vial adecuada, el desarrollo de los objetivos de SV y los planes de acción que tengan en cuenta los requisitos legales y de otro tipo que la organización suscribe, así como información sobre los elementos y criterios relacionados con la SV que la organización identifica como aquellos que puede controlar y modular.

En la elaboración de la documentación deben participar las personas implicadas en el proceso que estamos describiendo para garantizar que su contenido está lo suficientemente ajustado a la realidad. Se podrán realizar tantas revisiones como sean necesarias, hasta que se disponga del documento definitivo y pueda implantarse su uso.

Implantación operativa

Esta etapa es la más compleja de todo el proceso y la que nos va a ocupar más tiempo. Consiste en realizar las tareas y las actividades tal y como hemos establecido en los procedimientos o instrucciones. También habrá que desarrollar sistemas de seguimiento que informen a la organización sobre su contribución subyacente a la mejora de la SV.

Auditorías internas

Una vez que el sistema está implantado (pueden pasar entre 3 y 6 meses, aproximadamente) se realiza una comprobación completa del funcionamiento de este y del cumplimiento de los requisitos de la norma de referencia.

De este proceso pueden surgir desviaciones respecto a la norma, que deben ser subsanadas para enfrentarse con seguridad al último punto del proceso: la certificación.

Para más información consultar ¿Qué es una auditoría interna ISO 39001?.

Revisión del sistema

Consiste en valorar la conveniencia, adecuación y eficacia continuas en el logro de los objetivos y metas de SV establecidos. Esta revisión por la dirección debe realizarse a “intervalos planificados”; lo común es realizarla, como mínimo, una vez al año. Durante las revisiones del sistema de gestión de la SV, la organización debe identificar y analizar las cuestiones de importancia que conviene tratar en el sistema de gestión para mejorar el desempeño en SV de la organización a medio y largo plazo. Fruto de este análisis se deben documentar las decisiones relacionadas con las oportunidades de mejora continua, el logro de los resultados de SV y cualquier necesidad de cambio en el sistema de gestión de la SV.

Certificación

Una vez que hemos realizado la implantación del Sistema de Gestión de Seguridad Vial, tal y como hemos comentado en los puntos anteriores, el siguiente paso para obtener el certificado ISO 39001 es iniciar el proceso de certificación. Lo podemos desglosar en varias fases:

  • Se decidirá con qué entidad acreditada queremos certificar el SGSV y se solicitará presupuesto.
  • Auditoría inicial. La auditoría consiste en comprobar el cumplimiento de los requisitos de la norma de referencia. Se realiza en dos fases. A la finalización de cada una de las fases de auditoría la entidad certificadora emitirá un informe de auditoría en el que se detallarán, en su caso, los hallazgos o desviaciones encontradas, las recomendaciones de mejora, y la decisión del equipo auditor respecto a la certificación.
  • Tratamiento de desviaciones. Para que la entidad emita el certificado correspondiente es necesario tratar los comentarios en los plazos acordados ya que, en caso contrario, se podría llegar a cancelar el proceso de certificación.
  • Emisión y mantenimiento de certificados. La entidad certificadora revisará los informes de auditoría, acciones correctoras y cualquier otra información relevante y tomará la decisión en cuanto a la emisión del certificado, según corresponda. El certificado será válido, normalmente, por un período de tres años desde la fecha en la que la entidad certificadora decide su emisión. El mantenimiento de la validez de un certificado queda sometido al cumplimento de los requisitos de certificación y, generalmente, se realiza una vez al año.

Características de la norma ISO 39001

Estructura de alto nivel

Quizá la característica más importante de la ISO 39001 es su estructura de alto nivel. Actualmente es habitual que en una misma organización se trabe de forma conjunta con diferentes sistemas de gestión, algunos genéricos (ISO 9001, ISO 14001, ISO 45001…), otros sectoriales (ISO 27001, ISO 158101, ISO 9100…) y otros enfocados a la gestión organizativa (ISO 50001, ISO 22301…).

Estos sistemas comparten requisitos comunes, recursos y responsabilidades para su implementación y funcionamiento, por lo que siempre es deseable perseguir una gestión integrada que permita a la organización, establecer políticas y objetivos alineados con una planificación general, optimizar recursos, compartir un sistema documental y un abordaje común de ciertos procesos, elaborar planteamientos comunes de mejora continua, etc.

Por lo que, debido a esta demanda creciente de que las normas estén alineadas entre sí surge la estructura de alto nivel. Esta estructura proporciona:

  • Índice común de capítulos y clausulas
  • Textos comunes para la descripción de requisitos genéricos
  • Misma terminología

Ciclo PHVA

El concepto de PHVA o Ciclo de Deming (planificar-hacer-verificar-actuar; conocido en inglés como PDCA plan-so-check-act) que consiste en llevar a cabo esas etapas en cada uno de los procesos de la organización y permite lograr la mejora continua. Puede aplicarse a un Sistema de Gestión de la SV y a cada uno de sus elementos individuales. Consiste en:

  • Planificar: determinar y evaluar los riesgos para la SV, las oportunidades para la SV y otros riesgos y otras oportunidades, establecer los objetivos de la SV y los procesos necesarios para conseguir resultados de acuerdo con la política de la SV de la organización:
  • Hacer: implementar los procesos según lo planificado.
  • Verificar: hacer el seguimiento y la medición de las actividades y los procesos respecto a la política y los objetivos de la SV, e informar de los resultados.
  • Actuar: tomar acciones para mejorar continuamente el desempeño de la SV para alcanzar los resultados previstos.
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