TAPA es la Asociación para la Protección de Activos Transportados, del inglés Transported Asset Protection Association. Está formada por una agrupación de empresas y profesionales de la seguridad para ayudar a los fabricantes/transportistas y sus proveedores de servicios de logística a minimizar las pérdidas de sus cadenas de suministro como resultado de los robos de carga.
Esta asociación ha desarrollado varios estándares internacionales de seguridad de TAPA para garantizar la seguridad en el transporte y almacenamiento de carga de alto valor con riesgo de robo:
Todos los estándares ofrecen tres niveles de certificación según el nivel de seguridad: nivel 1, nivel 2 y nivel 3; siendo el nivel 1 la protección de seguridad más elevada.
Estos requisitos de seguridad son revisados cada tres años en consulta con los miembros de TAPA y los organismos de auditoría independientes aprobados para garantizar que sean adecuados para abordar todos los problemas actuales y emergentes
La implantación de un Sistema de Seguridad TSR de TAPA implica llevar a cabo varias fases. Para garantizar una máxima eficacia es fundamental realizar una buena planificación de la implantación.
Sirve como punto de partida para analizar en qué medida la gestión cotidiana se ajusta a los requisitos de la norma de referencia y establecer un plan de trabajo. En esta fase se realizará una revisión de la gestión de la actual y su comparación con la norma de referencia. Se extraerán propuestas de mejora y puntos débiles de la organización.
Durante la implantación debe estar presente el compromiso claro de la dirección, ya que será necesaria su participación para la asignación de recursos
Como hemos mencionado anteriormente, la planificación resulta fundamental para garantizar el éxito de la implantación. Es este punto se planificarán los plazos de implantación y la carga de trabajo. Es necesario que la organización designe formalmente a una persona que sea responsable de la seguridad de la cadena de suministro. Estas funciones y responsabilidades de seguridad tienen que estar claramente definidas.
Para una implantación exitosa es imprescindible la colaboración de todo el personal de la organización. Durante esta fase habría que informar a todos los integrantes de la organización de los fines que se pretenden con la implantación, del grado de implicación que supondrá y de cómo afectará a cada persona. Esto puede realizarse mediante reuniones y jornadas de sensibilización conjuntas entre dirección, el equipo consultor y el personal. La información facilitada tiene que ser clara, sencilla y adecuada a cada puesto de trabajo. Además, la organización debe contar con un programa de formación que incluya el uso apropiado de dispositivos, equipos de seguridad y protocolos de alarma, entre otros.
Los requisitos del estándar indican la necesidad de elaborar, mantener y actualizar, cuando corresponda determinados documentos. Por ejemplo, la organización debe contar con una política de seguridad de la cadena de suministro corporativa adoptada por la dirección, deben existir procedimientos específicos para el manejo de la carga de alto valor con riesgo de robo, se debe realizar una evaluación de riesgo de las rutas y las paradas para garantizar el uso de las rutas más seguras y protocolos de actuación para responder en caso de enfermedad del conductor, averías del vehículo, huelgas o desvíos.
Esta etapa es la más compleja de todo el proceso y la que nos va a ocupar más tiempo. Consiste en realizar las tareas y las actividades tal y como hemos establecido en los procedimientos.
Además, hay que incorporar ciertos elementos de seguridad. Por ejemplo, en el nivel 1 de seguridad hay que disponer de: dispositivos de bloqueo de acero inoxidable de alta calidad en todas las puertas de los compartimentos de cargas, precintos de seguridad contra manipulaciones certificados según la norma ISO 17721, sistemas de comunicación bidireccional, dispositivo de seguimiento y rastreo, batería de respaldo para garantizar el funcionamiento del dispositivo de rastreo, alarma silenciosa y audible, sistema de navegación, etc.
De forma anual la organización debe realizar autoevaluaciones que cubran en sistema TSR y todos los vehículos numerados en el registro de vehículos TSR. De forma periódica (anual y semestral) también se deben revisar y actualizar, si procede, ciertos procedimientos como el de contratación y despidos y el de respuesta ante alertas.
Las autoevaluaciones deben registrarse y enviarse como evidencia al Organismo de auditoría independiente.
En el caso de detectarse desviaciones, éstas deben identificarse y abordarse, planificando una fecha límite para completar las medidas correctivas y realizando un seguimiento hasta su cierre.
Se pueden certificar los estándares con cualquiera de los Organismos de auditoría independientes (IAB) aprobados por TAPA. Entre ellos se encuentran: Bureau Veritas, DNV, SGC y TÜV Rheinland.
Todas las certificaciones TSR serán válidas por un periodo de tres años sin posibilidad de prórroga. En los años intermedios la organización debe asegurarse de que dispone y pone en marcha un proceso interno para supervisar el cumplimiento, en los años dos y tres, entre las auditorías formales realizadas por un auditor autorizado.
Estas autoauditorías deben reflejar los requisitos de TSR, debe estar documentada en el formulario de auditoria TAPA y debe ser enviada al organismo de auditoria independientes dentro de los 30 días posteriores a la fecha de aniversario de la certificación original. Asimismo, se debe contar con evidencia documentada de que las autoevaluaciones cubran todos los vehículos.
En el caso de detectarse desviaciones, éstas deben identificarse y abordarse, planificando una fecha limite para completar las medidas correctivas y realizando un seguimiento hasta su cierre en un plazo de 60 días.
El objetivo final que persiguen las normas TAPA es ayudar a las organizaciones a proteger los activos minimizando las pérdidas de carga de la cadena de suministro, garantizando la seguridad y la fiabilidad en las instalaciones y durante en el transporte.
La implantación de un Sistema de Seguridad basado en las normas TAPA tiene numerosos beneficios:
